Recordar no es malo. Las personas estamos hechas de recuerdos, de experiencias y vivencias que edifican lo que somos en la actualidad. Dejar que la nostalgia nos acaricie de vez en cuando con su aire tibio y evocador no tiene por qué ser algo negativo.Según nos dicen los especialistas el ser humano pasa gran parte del día “recordando cosas”, pero ahora bien, no debemos anclarnos a esos recuerdos de forma obsesiva.
LA VENTANA DEL MUNDO EMOCIONAL
Una de las facultades que nos propicia el mundo emocional es sin duda la sensación de nostalgia. Se trata de evocar un recuerdo, pero no un recuerdo cualquiera, sino uno querido, uno añorado de ese nuestro álbum particular del pasado.Sin saber cómo, nos vemos de pronto arropados por multitud de imágenes, sensaciones, palabras y sonidos de ese ayer que nuestra memoria ha guardado con sigilo y ternura en una parte especial del arcón de nuestra memoria. Los recuerdos tejen lo que somos. Y la
Te amo, te amo, te amo
Cama y mesa
que será de tí
ese tipo soy yo
desahogo
El Gato está triste y azul
El progreso
no te apartes de mi
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